Dentro de una película

La industria del cine más importante del mundo no está en Hollywood (USA), si no en la India. El Bollywood, como se conoce al género de cine genuino del continente asiático mueve millones cada año y supera en números al gran gigante americano, produciendo más de mil películas anuales.

Encontrarse con la grabación de una superproducción india puede considerarse un espectáculo para un fotógrafo que vaga por las calles en la búsqueda particular de sus sueños pictorialistas, pero con poca verguenza y mucha pasión por la fotografía, uno puede acabar, sin quererlo, parando la grabación de una superproducción. Asomarse a la puerta con algo de interés y que te inviten a ver la grabación es una de esas cosas que solo pasa en la India, y sucedió en cuestión de segundos.

Cientos de miembros del equipo de grabación, el alquiler del antiguo palacio donde se graba, así como los equipos técnicos se pagan por tiempo, por lo que cada segundo cuenta para rentabilizar al máximo. La India es diferente, y ocurren cosas insólitas, como que un humilde fotógrafo haga algunos retratos de los actores en el descanso de la grabación y a estos les maraville verse retratados por un occidental, hasta el punto de no atender las llamadas del director y parar la grabación para estar seguros de que obtienen una copia de sus fotografías realizadas por ese señor de piel blanca con el que hemos compartido unas risas.

Sucedió en el norte de la India, eran actores y cambiaron la cámara grande del cine por una pequeña y vieja de fotografía que les miraba llena de curiosidad, respeto y admiración entre iguales. El carácter del pueblo indio es uno de los valores de este inmenso país. Gracias por tanto amigos, nos vemos en la gran pantalla.